Esperaba algo nuevo, un nuevo estilo, un resurgimiento de Luís Miguel pero en cada pieza que tocaba me daba cuenta que él no necesita dúos con artistas de moda, no ocupa renacer pues su estilo siempre ha estado vigente. Su potencia vocal es única y cada interpretación que hace es perfecta dejando hasta la melodía que interpreta de lado.
Es el mejor, no hay otro.