La reflexión y el matrimonio detrás de su nuevo disco
"Justin Bieber lanzó su álbum debut My World 2.0 en 2010, cuando aún era un tímido YouTuber de 16 años con el magnetismo de un ídolo adolescente y un abundante flequillo lateral. La última década cambió su vida completamente. “Crecí delante de todo el mundo”, cuenta a Apple Music. Su afirmación suena a eufemismo si tenemos en cuenta que es Bieber quien ha ayudado a dar forma a ese mundo cruzando géneros, fronteras y barreras lingüísticas mucho antes de que el pop moderno adoptara esas prácticas como habituales. A principios de 2019, el canadiense llegaba a un punto crítico, declarando que dejaría la música durante un tiempo para encargarse de “problemas profundamente arraigados” y concentrarse en ser un mejor esposo para Hailey Baldwin, la mujer con la que se acababa de casar. Su quinto álbum, Changes, es una confesión abierta en la que Bieber rinde homenaje a su esposa y celebra su fe describiendo el bálsamo espiritual que ha encontrado en estos dos pilares vitales.
El disco, además de marcar el final de una era (la del rebelde y maximalista playboy del pop) también señala el inicio de una vida más estable y equilibrada. “Nunca pensé que fuera capaz de ser fiel a alguien que no fuera yo”, canta Bieber en “All Around Me”, la canción con la que abre el álbum prometiendo cobijo, lujo y compromiso bajo el abrigo de unos delicados arreglos de cuerda (la mayor parte del álbum fue producida por su colaborador habitual, Jason “Poor Bear” Boyd). “Confirmation” es una balada sostenida por un sutil teclado en la que Bieber canta a la importancia de pisar el freno y sentir el presente: “So quick to move forward, no pressure/And we got the rest, got the rest, got the rest of our lives” (Adelante en un suspiro, sin presión/Y tenemos el resto, el resto, el resto de nuestras vidas”). Aunque salpicado de guiños al sedoso R&B por el que Bieber ha caminado en el pasado (la seductora y pícara “Yummy”, el sagaz coqueteo de “Intentions”), Changes es un disco esencialmente acústico, romántico y espiritual.
Recuperar la lucidez y la confianza en sí mismo no fue tarea fácil. “Estaba lidiando con un montón de miedos”, dice Bieber. “¿De qué voy a hablar ahora? ¿Cómo será recibido?”. El punto de inflexión llegó con su actuación como invitado sorpresa de Ariana Grande en Coachella de 2019. “Ví la reacción de la gente al salir al escenario. Me dio un subidón de confianza y me hizo recordar: ‘Esto es lo que yo hago. Esto es lo que se me da bien. No necesito huir de ello’. Yo estaba huyendo. Y es que parece que lo mejor para enfrentarse con algo complicado es, en lugar de huir, correr hacia ese dolor, hacia esa herida. Es ahí cuando te curas”. "